FRAGUANDO ESCENARIOS

Resumen

La globalización y la interdependencia planetaria alcanzaron en los últimos treinta años una escala de intercambio internacional sin precedentes, no obstante, a la vez, surgió un sistema en el que los beneficios se vieron transgredidos por el severo aumento en el ritmo de propagación de nuevos riesgos y amenazas mundiales. La guerra comercial entre Estado Unidos (EE.UU.) y China, las tendencias proteccionistas, las vulnerabilidades cibernéticas, la estructura multipolar en el balance de poder, la crisis climática, las migraciones masivas indocumentadas, el crimen organizado transnacional, la pandemia del coronavirus, entre otros fenómenos, influirían en el repliegue del comercio y la movilidad de personas, dando paso a un nuevo paradigma de las relaciones internacionales el que estaría marcado por un proceso de “desglobalización”, o de búsqueda hacia una menor interdependencia (comercial, tecnológica, política, militar).

El impacto de este comportamiento en las concepciones de seguridad y defensa regionales, hacen ineludible el cuestionamiento sobre las previsiones vigentes ante amenazas, o bien, sobre el desarrollo de estructuras o capacidades modernas que terminen con los vetustos anclajes de la Guerra Fría.

El sistema internacional ha ido avanzando durante el último tiempo sobre una retracciónenlosflujosdecapitales, mercancías, servicios y personas, marcado además por el desplome global de la actividad económica en los periodos más álgidos del COVID-19. Por otra parte, en lo que se refiere a los temas de seguridad, ha crecido la preocupación por la pérdida de control estatal de sectores estratégicos y la dependencia externa de suministros esenciales, mientras que corrientes antiglobalización han alimentado los movimientos nacionalistas y populistas por parte de líneas ideológicas tanto opuestas, como extremas y, en ciertos casos, antidemocráticas.

Desde el 2015, año en que el Centro de Investigaciones y Estudios Estratégicos de la ANEPE (CIEE-ANEPE), impulsó la elaboración bianual de un Balance Estratégico, trabajo que ha ido observando una serie de transiciones políticas, económicas, sociales y estratégicas regionales que han sido consignadas en el tramado de este documento académico, pero si hubiese que definir el actual escenario, teorías como: “el fin de la historia” de Fukuyama; “el choque de civilizaciones” de Huntington; “el tablero mundial” de Brzezinski; o bien “la guerra del 2000” de Halladay; y finalizando con “El Estado postmoderno” de Cooper, parecen obsoletas para estas circunstancias. En consecuencia, como señalara Henry Kissinger, a propósito de EE.UU. y China, hoy no hay reglas del juego y tampoco hay límites.

En adelante, las características que vaya adoptando este proceso de “desglobalización” dependerá de los objetivos que cada Estado defina para encausar sus decisiones estratégicas.

El nuevo paradigma de las relaciones in- ternacionales, el futuro de la estabilidad y seguridad mundial, inevitablemente exigen una actualización y nuevo diseño de una agenda de seguridad y desarrollo para las Américas que permita hacer frente a este nuevo entorno y sus posibles efectos globales, regionales, subregionales y locales. Un escenario que requerirá contar con una diplomacia moderna, ámbito donde la cooperación y la disuasión deberían sobreponerse a viejas concepciones ideológicas, así como renovar una agenda que contenga genuinos valores políticos, económicos, culturales y estratégicos compartidos, un terreno que cobra relevancia en el presente trabajo titulado: “Fraguando Escenarios”.