TIEMPOS DE EVOLUCIÓN: LA INSEGURIDAD COMO VECTOR

Resumen

El primer trimestre del año 2020 se encuentra ligado a los variados acontecimientos que se han desarrollado en los últimos meses del año anterior, agudizado por una pandemia que tiene a la aldea global trastornada, sucesos que, en diversos lugares del mundo, incluyendo a nuestro país, han dejado una imagen de “inseguridad” en amplios sectores de la opinión pública a causa de lo inesperado de su evolución e incluso de su complejidad dada la carencia de “modelos” que ofrezcan certezas acerca de su futuro desarrollo.

En el plano internacional, durante el transcurso del pasado año del enfrentamiento entre los Estados Unidos y China se pasó a un acuerdo económico transitorio que no alcanzaba a calibrarse respecto de su impacto para la economía mundial cuando con el nuevo año reaparecía el fantasma del conflicto en la región del Golfo Pérsico reactivándose la presencia norteamericana en el Medio Oriente. Mientras tanto, en algunos países se desarrollaron importantes manifestaciones que nos recuerdan la existencia de una sociedad civil activa que se enfrenta a los gobiernos poniendo en tela de juicio sus iniciativas y en otros casos simplemente provocando cambios de signo y abriendo interrogantes sobre el rumbo de la sociedad.

Por otra parte, la falta de acuerdos sustantivos sobre las medidas de mitigación del cambio climático deja instalado un tema que afecta al planeta entero constituyendo un grave problema de seguridad que presagia masivas movilizaciones, predominantemente juveniles, ante la lentitud de las autoridades en asumirlo satisfactoriamente.

Finalmente, la pandemia del “coronavirus” pone a prueba las estructuras estatales para enfrentar de la mejor forma un legado de víctimas, junto con golpear una feble economía mundial que aún no muestra indicios de recuperación. Un “Cisne Negro” como diría Taleb o es resultado de estrategias inadecuadas.